jueves, 31 de marzo de 2016

Black paillettes



Vestido: Narciso Rodríguez
Zapatillas: Asos
Colgante: Aristocrazy
Pendientes: Mango

Paillettes en el vestido, brillantina en las zapatillas. ¿Quién dijo que era imposible?

miércoles, 16 de marzo de 2016

Vogue.


En este post os enseño algunas de mis portadas favoritas de la archiconocida revista Vogue, desde sus inicios a principios del siglo XX hasta hoy en día:


Estas dos portadas, ambas de principios del siglo XX representan el espíritu de aquella época y la esencia de una revista primeriza.


Nada más ver esta portada de 1937 se me vino a la cabeza la obra de Joaquín Sorolla “Paseo a orillas del mar” de 1909.



Audrey Hepburn, mujer modelo, icono, embajadora de UNICEF… A pesar de haber vivido una infancia un tanto traumática por el abandono de su padre a los cinco años y el estallido de la 2º guerra mundial, esta mujer belga no permitió que todo esto le afectara. Audrey estuvo nominada a los Óscar cinco veces y fue ganadora de uno. Su éxito profesional no consiguió compensar el vacío emocional que sentía, pero al final de su vida consiguió aliviarlo mediante obras benéficas.






Si dices Kate Moss, David Bowie va implícito. Ambos hicieron una sesión de fotos juntos en los 90 y Kate recogió en nombre de Bowie el premio que le dieron en los Brit Awards de 2014. Además, la modelo ha relatado en varias ocasiones lo importante que fue Bowie a la hora de configurar su estilo personal. 

Frida Kahlo, poetisa y pintora mexicana, es un símbolo del feminismo y encarnó a un nuevo tipo de mujer, fuerte y autosuficiente. No es solo conocida por sus obras artísticas sino que también por llevar una vida poco convencional. Contrajo poliomielitis, estuvo postrada en una cama durante mucho tiempo tras un accidente en su juventud y se declaró bisexual. En 1939 expuso en Paris y salió en la portada de Vogue. En los años posteriores intervino en exposiciones colectivas en Nueva York , Boston y Filadelfia.
Frida murió en México en 1954, su cuerpo fue incinerado y sus cenizas conservadas en el lugar que la vio nacer, Casa Azul de Coyoacán.
58 años después de su muerte, Vogue México le dedicaba esta portada.

1.


martes, 15 de marzo de 2016

Silver surfer


Bolso de Paula Cademartori
Túnica de Zara  Aquí
Sandalias de Isabel Marant Aquí
Pendientes de Aristocrazy Aquí

¿Ahora que se va acercando el buen tiempo que mejor que ir cogiendo ideas para primavera/verano?
Aquí teneis un look que aunque el color que predomina es el plateado, el bolso con su colorido atrae todas las miradas.

domingo, 13 de marzo de 2016

Worth it.


Últimamente pienso demasiado si hace un año no me equivoqué al tomar una de las decisiones más importantes que he tomado hasta ahora: elegir carrera. Empecé entusiasmadísima allá por agosto, convencida de que ingeniería biomédica estaba hecha para mi.
A estas alturas de curso y tras haber suspendido más en 7 meses que desde 4º primaria hasta 2º bachillerato, supone mucha fuerza de voluntad no desanimarse para seguir estudiando y levantarse positiva cada mañana para ir a clase.
Cierto es que del primer cuatrimestre está el 80% aprobado, ¿pero a qué precio? Quedarse sin uñas pero con ojeras, sin vida social pero a cambio de tener todos los ejercicios de matemáticas hechos. ¿Realmente merece la pena tal esfuerzo? Eso ya depende de cada uno y de sus prioridades.
Hace unas semanas hablaba sobre esto con una buena amiga mía, llamémosla A, que también tiene la misma idea rondándole la cabeza:
¿Me compensa ver como todas mis amigas salen, hacen cosas a parte de estudiar mientras que yo solo rechazo plan tras plan por la misma razón? “No puedo, tengo que estudiar” está en mi top 5 de “Las frases más dichas” desde el 26 de agosto de 2015.
¿De verdad merece la pena todo este esfuerzo cuando hay carreras mucho más fáciles de sacar y a las que hay que dedicarles muchas menos comeduras de cabeza, noches en vela y decepciones tras ver un 1’25 en un examen de matemáticas para el que habías estudiado 2 semanas?
Visto así parece que vaya a dejar la carrera mañana mismo, pero nada más lejos de la realidad. Ingeniería biomédica probablemente sea la mejor carrera que pudiera haber elegido en 2º bachiller. Por supuesto que hay que meter muchísimas horas (y sudor y lágrimas puede que también dependiendo de que profesor de física II te toque), pero si es lo que tengo que hacer para hacer realidad mi sueño, lo haré, si es lo que tengo que hacer para poder aportar mi pequeño granito de arena y poder ayudar a las personas, lo haré.
En época de exámenes la densidad de momentos de flaqueza aumenta exponencialmente, por eso es muy necesario tener a alguien, en mi caso yo tengo a mis padres, que te digan que merece la pena y que te pongan ejemplos de cuando decías lo mismo cuando eras una enana y preguntabas que a ver para que servía dividir o la tabla de multiplicar.
Pero sin duda, nada como ir de infiltrada a charlas para los de 3º en las que veo que podré estar haciendo dentro de unos años, y así alimentar esa automotivación que es tan necesaria. En estas charlas las empresas bio exponen los proyectos llevan a cabo, hablan sobre maquinas, procesos y nombrajos y no entiendes ni el 50% de las palabras que dicen. Pero no hay que quedarse con lo que no sabes de lo que cuentan, sino con que dentro de un par de años les podrás dar ideas y consejos de como mejorar sus proyectos.

Puede que tras suspender una vez tras otra, tener una visión optimista de tu futuro en esa carrera sea improbable, pero no imposible. Al fin y al cabo, esto es una carrera de fondo, y no se trata de empezar a tope sino de acabarla vivo.